16.5.13

Ya sabes que si escribo de tu sonrisa
no es por placer
pues se me resiste todo lo que no esté
roto y malherido
como lo estaba yo antes de conocerte,
y es que hacer poesía de la poesía 
es como el jazz en invierno
muy bello pero muy difícil
si escribo de ti no es sino por benevolencia
-porque es demasiado egoísta 
no compartir el arte si lo tienes tan
cerca que arde contra tu piel-. 
Pero es que hemos visto al sol salir por
el oeste
sólo para rehuírnos
y mi mirada enrojecer
y
palidecer de soslayo
la primera vez 
que me miraste.
Hemos visto abismos suavizarse 
ante nuestras bruscas partidas
y regresos
y acantilados ser plumas
ante nuestra arrebatadora euforia.
Hemos visto como claudican las estrellas
porque hemos podido brillar juntos 
más que ellas,
más que nada.

Si te conocieran
si te conocieran entenderían 
el porqué de las tragedias griegas
y los crímenes pasionales 
porque mataría por verte una vez más
una vez más el resto de días de mi vida, 
entenderían los desastres naturales
y la filosofía
al ver a Platón llorar de rabia, 
pues no hay más mundo de las ideas ni luz que 
tus ojos
ni más caverna que la de nuestros pozos
sin fondo
verían a Zaratustra hablar de entrañas destrozadas
aunque tú hayas recompuesto las mías
una y otra vez.

Verían cómo gira el mundo para mecer 
tu paso
y cómo amanece sólo para que 
tú llores al despertar entre mis pechos
y así pueda lamer tus lágrimas dejando atrás
nuestras madrugadas. 

Lo que quiero decir es que hay momentos
en la vida
que son despreciables
otros son memorables
y otros simplemente tan vacuos como 
el hueco entre mis costillas
pero desde que estás tú
no existe nada más que 
tú y tu calma
tú y tu magia
tú y la forma en que haces que 
se pare el tiempo
sin que cese este reloj vital
y me das vida cada vez que me matas.

Y qué que todo en ti sea caos
y haya visto tus torres de acero 
dispersarse como naipes
y qué que no sepas cómo encontrar la salida
a tus propios laberintos
mientras los muros se rompan
ante tu inconsciencia
y qué si no crees en nada 
por haber creído ya demasiado en todo, 
si he visto pasar los segundos por tu cuerpo
y creo firmemente
que el invierno es más dulce
cuando tiritamos a la vez de ira y amor
y cantamos al alba, 
que la eterna primavera florece
sólo entre tus piernas
y sobre tu espalda
y bajo tus mejillas,
y que el otoño, 
nunca vi una vuelta a la rutina 
más perfecta que la de recaer una y otra vez
entre tus brazos.

A tu lado he podido ver cómo se evapora
mi desazón
al hablarle de ti y de tus palabras
y cómo el cielo tiene miedo de
perder su hegemonía celestial
y es por eso 
que lo reverbera contra ti
como espejo roto en pedazos de agonía
y sabes, sabes que el vértigo es menos vértigo 
desde que estoy preparada 
para caer contigo.

Si me miras podrás ver cómo no puedo evitar llevarte
bajo el vestido
tras las orejas
en los tobillos desnudos 
remilgados de frío
podrás ver que no concibo sin ti
la poesía ni el éxito
el dolor ni el miedo
sin ti no concibo que en mi cabeza pueda haber
algo más que huesos.

Podría darte las gracias de mil formas diferentes
pues nunca he sido escueta en palabras.
Podría hablar de las veces en que
me libraste de mi propia catarsis,
de la seguridad de tus abrazos
y de los futuros que hemos imaginado 
mientras navegamos en nuestras olas oníricas
de las que somos irremediablemente
náufragos,
podría hablar de las pesadillas 
que convertiste en sueños
y de la paz en tu hombro
y los libros que hablan de nosotros 
antes de que nosotros siquiera
hablemos de ellos y de sus páginas
que esperan nuestro abatimiento,
podría contar al mundo las veces 
en que he sentido desfallecer mi consistencia
y me has izado, 
de mi agnosticismo de puericia ingrata
antes de conocerte y saborear
la perfección.

En definitiva, 
si ahora empezara a llover
a diluviar
pero sin arca ni perdón ni castigo,
si yo fuera mariposa en el 
epicentro del huracán más mordaz,
tú serías la esperanza que 
me mantendría en pie,
el saber que el regazo de la cama
siempre me aguardaría
con los brazos abiertos.

(Felicidades)

8 comentarios:

  1. No tengo palabras. Pero mi respuesta será AMARTE con todo mi ser. Hasta el último segundo de mi vida.

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  2. Los pelos de punta. Enhorabuena.

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  3. Muchas gracias, seas quién seas :)

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  4. Muy bueno. Me ha encantado. Supongo que esto es lo que tiene el amor, que cambia el sentido de la vida.

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    1. Muchas gracias, Roo.
      El quid de la cuestión es encontrar la persona por la que merece la pena virar de sentido.
      ¡Un beso enorme!

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