30.3.13

(Flug)

La noche aguardaba fuera. La noche.
Podíamos ver su hilarante canto por el reflejo que la luna proyectaba sobre la colcha. Se extendía como un hálito que escapa de la boca, efímero, mordaz, como las palabras, las palabras envenenadas de la prisa, o las palabras desesperadas entre dos náufragos antes de ser engullidos por el oleaje.
Es indiferente pues, la noche escapaba por la ventana. La noche escapaba por la misma rendija por la cual irrumpía en la triste habitación de la niña. Días antes de la partida, aún protege, aún acuna. Días antes de la partida la luna de ese cielo virgen contaminada con vírgenes estrellas,
llora.
Sobre el tejado se escuchan, los guijarros melancólicos de un astro. Sus desgarros celestiales, caen del cielo.
Las lágrimas de la luna,
ante la partida son,
la huidiza
lluvia, lluvia.

Bajo el tejado, las lágrimas resbalan también por las mejillas de una madre y una hija. Un tabique las separa. Un tabique que parece una explanada infinita, perenne.
El llanto de la madre parece música, un réquiem, la caída de una rosa sobre un féretro apunto de ser engullido por la tierra. Al compás de las gotas que en picado danzan, sus lágrimas ruedan con ligereza por los pómulos caídos. No es un llanto rabioso. No es un llanto impotente. Tan sólo es un llanto creado por amor.
Sobre la cama, recuerdos. No más que recuerdos plisados para que una maleta pueda contenerlos. Fotos y regalos, cánticos y mimos y una lágrima ávida, que se cuela en el bolsillo de la valija.
La madre guarda los primeros pasos, la fiebre en la más absurda nocturnidad, las risas que ahora añora, que observa con cariño, con vehemencia, con nostalgia.
Tan solo quedan ya una pesada maleta y cientos y cientos de ganas de no cerrarla.

- Envolveré su decencia en suave satén. - dice la fémina de ojos tristes, mirando por la ventana. - Que la conserve siempre. Que sea pura como el más puro de los diamantes y sus labios, no dejen paso a súplicas ni ruegos, sino a rezos agradecidos. Haré del mar su cabellera. De sus piernas el marfil de los palacios y templos. Que no sufra, mi dulce niña, aunque sea inevitable a veces, el desasosiego. Que no arraigue, me conformo con que en sus huesos no arraigue, la desidia.


- Si fuera el miedo algo más que una casualidad, un azar, un juego de naipes en que la torre más alta se desploma y no, nunca más deseas volver a hacerlo. Tu corazón palpita al ver las cartas sobre la mesa y tus facciones, se endurecen. Se endurecen y el pavor te hace preso liberando en ti, el miedo. 
Sí, esto es miedo. Ya intenté volar y una corriente me condujo al caos. Tengo miedo de que otra corriente me conduzca a otro caos. Tengo miedo. - desde otra ventana, de la misma casa, bajo el mismo techo y la misma noche, la niña habla en silencio, con sus ojos despavoridos, huidizos, muertos.

Más arriba, en el cielo, donde el miedo es un susurro y no un grito, una caricia, una brisa lejana y tenue, impera la noche. La noche es indemne al miedo. La noche no se conserva en maletas porque nadie la recuerda. No es un recuerdo sino un presentimiento.
Todos presienten que la noche estará en el abismo, pocos recordarán, después, que el abismo no es más que la noche.

La madre teme por su hija, llora por el amor que profesa hacia su hija.
La niña, teme por el miedo, llora por el miedo.
Y la luna. La luna vuelca sus lágrimas sobre los pútridos mortales, llora por todos, llora sobre todos, llora.
Lluvia que no cesa, no amaina, no. Se oye el aleteo de un ave diurna. Se oye la huida, se palpa y alza el vuelo.
Al fin silencio. Más arriba, mucho más arriba, donde la luna es un ínfimo punto más del universo, vacío.
Vacío. Sólo vacío.


2 comentarios:

  1. Me gusta cómo escribes, tu prosa me resulta un tanto liguera, aunque sé que a muchos les costará leerla. Me recuerda a cuando leía Juan Ramón Jiménez en su obra (mi preferida) Platero y yo; se entiende qué se quiere decir, pero debes estar atenta a la lectura para saber cómo lo dices.

    Y perdona mi torpeza, pero ¿dónde demonios le doy para seguir este blog? Me pasé hará tiempo y tampoco lo encontré, y si no veo las actualizaciones en mi escritorio al mirar Blogger... x)

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  2. Muchísimas gracias, Luxs :)
    Soy un desastre, pero al fin puedes seguir mi blog.
    Un saludo.

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